Hace algunos meses, escribí ¿Casualidades, coincidencias o señales del destino? mencionando que fui elegida como representante de mi generación con un discurso muy lindo, que me ayudó a escribir mi tía, con algunas ideas de los recuerdos que escribieron dos de mis amigos, y pues, es este (omitiendo la presentación):
Me voy a permitir iniciar con una remembranza, que como alumnos de nuevo ingreso experimentamos con nuestra llegada a esta institución educativa: alumnos llenos de emociones encontradas, curiosidades, nervios a flor de piel, alegrías… y todos estos sentimientos eran compartidos, uno a uno nos identificamos y comenzamos a recorrer un camino, que no sabíamos o no teníamos la certeza de cómo nos iba a ir, pero sí con la seguridad de que ahí estaríamos juntos, unidos para brindarnos la mano y juntos salir adelante. Cuántos recuerdos y todos llenos de alegrías, cuántas risas quedarán en esos salones, cuántas pláticas están encerradas en ellos y en cada rincón de esta gran escuela, cuántos enojos y malos ratos que se olvidaban por la simple felicidad de ser amigos.
Al paso del tiempo cada uno nos aceptamos con nuestras debilidades y fortalezas y en ocasiones hasta nos confabulamos en contra de algún profesor que quien por querer que sus alumnos fueran los mejores, nosotros sus alumnos no lo entendimos así y quisimos atacarlo.
Poco a poco la razón entró en nuestras mentes y corazones, indicándonos que ustedes sólo buscaban y deseaban nuestro bienestar.
Todo este camino andado no hubiera servido de nada sin esa mano amiga, de ustedes queridos maestros que nos supieron guiar en el estudio, en las competencias, en los enfrentamientos, en los pleitos y malos entendidos y a partir de su gran experiencia y preparación académica hicieron darnos cuenta de que la vida es tan corta y no vale la pena desperdiciarla en tantos malos ratos; es necesario aprovechar cada momento, cada minuto, cada día, porque el aquí y el ahora es lo que nos llevan a reflexionar qué clase de seres humanos queremos ser.
Profesores, deseando sinceramente que comprendan nuestro comportamiento, nuestra actitud, nuestra forma de ser, nos den su indulgencia y su bendición para continuar con nuestro camino.
A las autoridades educativas de esta gran escuela, sin su presencia, sin su liderazgo, esta institución no sería la misma, ya que han puesto todo su esfuerzo, dedicación, entrega a ésta profesión y a esta escuela que no es posible imaginarla sin esa gran experiencia que ustedes han dejado en ella. Por eso y mucho más, ¡gracias!
Hoy cerramos un ciclo que no se queda ahí en el aire, sino que nos va a permitir forjarnos un futuro mejor, un futuro digno de sus enseñanzas y digno de ser reconocido por ustedes y por nuestros padres. Es increíble pensar que hace unos días no se pensaba en despedidas, sin embargo, hoy todo este ciclo se está desvaneciendo como hielo al sol, poco a poco pero sin marcha atrás. Y como no hay cabida para el retroceso, ahora nosotros tenemos que avanzar y continuar con las metas que a partir de este momento surgen y surgirán en nuestra vida pues, ha llegado a nosotros esa madurez que nos permite tomar decisiones y enfrentar las consecuencias que se desprendan de ellas. Pero eso no nos atemoriza, por el contrario está la fortaleza familiar, ésa que nos permite sentirnos arropados y por ello, GRACIAS mamás porque estuvieron ahí brindándonos su apoyo, su cariño, su comprensión, que si bien es cierto en ocasiones no comprendían nuestro comportamiento, surgía en su corazón el amor de madre que todo lo perdona, pero su sabio consejo brota desde el fondo de su alma para vertirse en sus amados hijos. GRACIAS papás por su bendito trabajo que nos ha permitido sufragar todos los gastos generados por nosotros para que vean reflejada esa herencia que nos brindan a partir de nuestro tránsito por la educación: PORQUE LA EDUCACIÓN ES EL VESTIDO DE GALA PARA ASISTIR A LA FIESTA DE LA VIDA y esa es la herencia que ustedes papás es la que brindan a sus hijos y es de corazón.
Amigos, compañeros, familiares, esta no es una despedida es sólo el inicio de nuestros sueños, de una lucha por conseguir nuestros ideales, el inicio de esa madurez que prevalece en cada uno de nosotros, el inicio de tener en mente tantos deseos que están esperando hacerse realidad.
Recuerda amigo, recuerda amiga que tienes grandes fortalezas y tenemos que comenzar por confiar en nosotros y en lo que hacemos, confiar en que nuestro camino podrá ser adverso pero no lo suficiente como para vencernos. Tú y sólo Tú tienes que estar convencido de que vales mucho como persona y que papá y mamá están ahí para apoyarnos. Tener la confianza de que la suerte estará de nuestro lado y tendremos maestros excepcionales como los que hoy estamos dejando. Tener la confianza de que este día va a ser el mejor para emprender nuestras metas. No desistas y alcanzarás la felicidad tan anhelada por todos nosotros.
Muy buena suerte y recuerda que tenemos una última TAREA…
SER FELICES HOY Y SIEMPRE.
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