Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

miércoles, 25 de mayo de 2011

El fanatismo en las religiones

Hay muchas religiones alrededor del mundo, y todas se dicen poseedoras de la verdad absoluta e irrefutable. Y en cada religión hay fanáticos dispuestos a demostrar que ellos están en lo correcto.
Si empezara a analizar todas las religiones una por una, esta entrada sería muy pero muy extensa. Así que, como esbozo general, diré que las religiones fueron creadas por personas con creencias iguales o parecidas (esto de acuerdo a mi punto de vista). Entonces, se transmiten esas ideas de generación en generación, como una verdad irrefutable, y diciendo que cualquiera que no piense así está mal.
Cuando los niños se les enseña religión, queda grabado profundamente en su subconsciente, y, de adultos, si quieren cambiar de religión, pueden tener algunos sentimientos de culpa (involuntarios) o simplemente miedo de ir en contra de lo que se espera que sea o piense.
Luego, hay otras religiones en las que las personas se pasan de puerta en puerta intentando convencer a otras personas de que se cambien a su religión (la mejor, la única, la verdadera). (¿Y la libertad de elección? ¿Y el libre albedrío?)
Mientras, en la católica, se cometieron muchos crímenes durante la inquisición, escudándose en el nombre del Señor, para hacer todas las atrocidades que hicieron (torturas, encarcelamiento, masacres, etc..)
Además fueron a hacer la guerra a otros países (llamadas guerras santas) en las que, aquellos que las promovían, decían que era una guerra querida por Dios y que conduciría a la salvación eterna de quienes murieran en ella. Aunque en realidad, la causa de estas guerras no era siempre la religión, sino algún conflicto político, o legitimar intereses geopolíticos o económicos.
En el ámbito islámico, muchos conflictos actuales son calificados de yihad (en las lenguas occidentales, esto es lo mismo que guerra santa) en su sentido de combate, de guerra. Las acciones terroristas de carácter islamita son calificadas por sus autores del mismo modo.
Otras religiones como el judaísmo y el sikhismo (religión india) también incluyen en su doctrina el concepto de Guerra Santa.

Y cuando no ha sido así, ha habido prohibiciones algo ridículas (esta parece ser la palabra más adecuada para definirlas) que atentan contra el libre albedrío y los derechos de las personas. Como el voto de castidad que la iglesia católica impone a los sacerdotes que, aparentando seguirlo, siguen sus instintos básicos a escondidas, y no son sacerdotes, sino pederastas.
Los testigos de Jehová prohíben las transfusiones de sangre, argumentando que es la esencia de un ser vivo y, debido a ese razonamiento, muchas personas que prodrían ser salvadas con una simple transfusión de sangre, mueren.

Al parecer, en todas las religiones siempre ha habido una (o muchas) persona(s) dispuestas a lo que sea con tal de defender su religión (incluso matar o morir).
¿Qué pasaba por sus mentes en esos momento?
Jesús dejó un mensaje de paz y tolerancia para el mundo, fue alguien que actuó contra todo lo establecido en su tiempo, quitándole poder a la iglesia en ese entonces, y nunca despreciando a nadie por ser lo que fuera (pobre, pecador, extranjero, mujer, todas aquellas personas despreciadas por los seguidores de la ley de Dios -los fanáticos religiosos-).
Pero ese mensaje se interpreta diferente en cada religión (la mayoría de las veces a su conveniencia). Y si no fuera así, entonces no existirían tantas personas "religiosas", "almas caritativas", que desprecian al prójimo, y fingen bondad y altruismo en su círculo social; que predican sobre los mandamientos, que van a la iglesia todos los domingos, y sin embargo, roban, mienten, cometen adulterio, y/o asesinan.
No estoy generalizando, hay mucha gente buena (religiosa o no), que siguen sus ideales y hacen algo para ayudar a los demás. Pero, por desgracia, son las malas noticias las que llegan primero, y las buenas acciones de otros pasan desapercibidas, ocultas por las malas y las que provocan más polémica. 
(La religión ideal sería, a mi parecer, una donde todos nos tratáramos realmente como hermanos, y nos ayudáramos mutuamente. Que sea prioridad servir al pueblo, sobre todo a los más necesitados. Que haga brotar el amor de cada uno, para compartirlo con el mundo. Que promueva el crecimiento personal junto con el espiritual, para ser mejores personas cada día. Una donde todos se acepten, se respeten, se quieran de verdad. Que no se desprecie a nadie por ningún motivo banal. Que respeten la libertad de cada persona, el libre albedrío, pues la libertad es lo más valioso que tenemos...)

viernes, 20 de mayo de 2011

Temas a debatir

En el tiempo que llevo escribiendo en el blog, he publicado lo que pienso y algo de lo que leo, pero hasta ahora no había ningún tema para debatir.
La cuestión es, que en mi clase de ética, empezamos a hablar sobre temas que son como tabú para la sociedad (en México, y, supongo, en muchos otros lugares). Así que se me ocurrió publicar algo de estos temas (que es algo que iré haciendo en los próximos días). Pero esta vez, no seré la única que dé su opinión; me gustaría que, todos los que lean esto, comenten algo sobre estos temas, para crear un foro de discusión. Pueden escribir todo lo que piensen sobre estos temas, sus ideas, basarse en su propia ideología, y respetar la de los demás. Ninguna idea deberá ser criticada duramente, se respetarán las ideas de todos, y se intercambiarán opiniones. 
Ahora bien, los temas son:

  • Aborto (despenalizar o no el aborto).
  • Drogas (despenalizar/legalizar las drogas o no)
  • Educación y/o escuela
  • Iglesia y/o religión.
Así que invito a todos los lectores a compartir su opinión sobre estos temas, respetando lo dicho anteriormente. 

domingo, 15 de mayo de 2011

Introspección

Analizarse uno mismo interiormente, para ver lo que en realidad somos, para ver esa imagen que escondemos al mundo, que renegamos y que, sin embargo, es más bella de lo que imaginamos.
Porque prácticamente nadie es realmente quien dice ser; todos ocultamos algo, un secreto muy querido, o uno vergonzoso. Aparentamos ser lo que no somos para ser aceptados por los demás, decimos pensar cosas que en realidad no pensamos para no ser "diferentes" a los demás (lo cual es ridículo, pues todos somos diferentes y, si fueramos iguales, el mundo sería muy aburrido).
Pero, cuando empezamos a analizarnos, a intentar descubrir quienes somos en realidad, pasa que vemos primero todo lo malo, toda la superficie, esa imagen que mostramos al mundo, o que escondemos de él y que nos aterra. Y pasa que tenemos miedo de continuar avanzando. Pero para los valientes, que se enfrentan, aceptan e intentan cambiar todo aquello que está mal, avanzan y encuentran cada vez cosas más lindas en su interior, todo lo bueno que pueden ser, el potencial que tenemos realmente, nuestra verdadera imagen, única, original, no alterada, que ha estado siempre dentro de nosotros desde el principio, y que el contacto con la sociedad ha cambiado. En lo más profundo de nuestro ser, está una luz, que nos conecta con lo divino, y nos muestra que somos perfectos y nuestro potencial es infinito.
Adentrarnos a lo más profundo de nosotros mismos puede ser una gran aventura, que valdría la pena vivir, así que ¿por qué no intentarlo?

miércoles, 4 de mayo de 2011

El valor de las cosas

"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde". Encierran una gran verdad esas palabras.
Todos los días, prácticamente a todas horas, nos quejamos por algo (lo que sea), hacemos una tormenta en un vaso de agua. Cosas superficiales, inútiles o sin sentido. "Quisiera ser más delgada" "Quisiera verme más bonita" "Todas mis amigas tienen novio y yo no, yo también quiero uno" "Mis calificaciones están muy bajas, tengo que subirlas" "Tengo que conseguir un trabajo porque quiero tener más dinero para comprar ________ (nombre del último artículo de moda, tecnología o novedad)", y étc. La lista es realmente muy larga, demasiado para la mayoría, pero no vemos lo verdaderamente importante, los milagros de la vida, los verdaderos momentos mágicos que existen en el día a día. 
No vemos, por ejemplo, que tenemos salud. Muchos dirán: "pero sí estoy enfermo(a)", pero no es, en la mayoría de los casos, una enfermedad grave: hay personas enfermas de SIDA, cáncer, leucemia, diabetes, son sordomudos, ciegos, tienen parálisis, entre otras enfermedades incurables. ¿Y nosotros? Un simple malestar y nos estamos quejando.
Tenemos un hogar, puede que no sea la familia perfecta, que haya quienes no vivan con sus papás, o algo así, pero somos afortunados todos aquellos que tenemos un lugar al que podemos llamar hogar.
El dinero: nunca parece ser suficiente, sin embargo, hay quienes estudian (con todos los esfuerzos para pagar su colegiatura, tal vez), quienes trabajan, quienes tienen un techo donde regresar al terminar la jornada, quienes tienen forma de transportarse (el transporte público también cuenta). Y siendo así, entonces, ¿cuál es el problema? Hay personas que carecen de un techo donde cobijarse, que no pueden pagar ni siquiera educación básica, que no tienen trabajo, y tienen que transportarse a pie (lo quieran o no).
Nos sentimos tristes, desesperados, o lo que sea por esas cosas insignificantes. Una historia real, que pude ver por mi misma, que lo ejemplifica:
Había una chava de segundo de secundaria (que llamaré Ashley), que quería ir a un concierto,el sábado por la noche, pero su mamá no la dejaba. Esta chava tenía una amiga muy linda y tierna (a la que llamaré Angélica), que estaba enferma de leucemia desde hace un año. A pesar de los muchos tratamientos, y de la quimioterapia, no estaba mejorando mucho de salud. Lo más admirable de esto, es que ella seguía siempre alegre y optimista, y hasta estaba planeando su fiesta de quince años, que sería en un año. Ashley y sus amigas iban a visitarla al hospital siempre que podían, para alegrarle el día, porque platicaban y reían con ella. Bueno, el concierto al que quería ir Ashley era el sábado pasado, y el viernes todavía le insistía a su mamá para que la dejara ir. Hasta el sábado por la mañana. No supe exactamente cuando fue, pero el domingo supe que los tratamientos definitivamente no sirvieron de nada, pues Angélica había muerto en algún momento del sábado. Y Ashley se olvidó por completo del concierto. 
Enterraron a Angélica el domingo en la tarde. Según me enteré, había un cierto alivio junto con el dolor de la pérdida, porque así, al menos, ya no sufriría su enfermedad. 
Y bueno, es una historia muy triste, pero que le podría pasar a cualquiera, y es un gran ejemplo de lo insignificantes que son en realidad nuestros problemas cuando se comparan con otros de mayor magnitud o gravedad. Con esto no me refiero a decir simplemente "qué bueno que a mi no me pasa", sino realmente estar agradecidos por las bendiciones que nos son otorgadas, enfrentar con valor nuestros miedos, y con valor solucionar nuestros problemas y, sobre todo, salir un poco de uno mismo y ver el mundo a nuestro alrededor, pero no solo verlo, sino también hacer algo, aunque sea un poco, por ayudar (y en estos tiempos, incluso otorgar una sonrisa a un desconocido, puede ayudarlo).

Por una sonrisa

20/dic/2010
Estando los dos tan alejados, los dos tan ocupados, tan inmersos en nuestras respectivas ocupaciones, tan inmersos en nuestro propio mundo, encerrados en lo desconocido que nos intimida, sólo fue necesario sonreir para establecer una comunicación sin palabras, y, por lo mismo, más perfecta. Sólo un destello de luz, que iluminó por un instante, pero una sonrisa llamó la otra, sin saber cual de las dos fue primero. Sólo eso, y entonces, viene la verdadera magia, de poder llamar a alguien tu amigo a pesar de que casi no han hablado, y ni siquiera hubiera una verdadera presentación, porque ninguno ha mencionado su nombre, y no necesitan ese apelativo para llamarse, para empezar de nuevo una conversación, que puede que ni siquiera suceda. Pero ya sé su nombre, y él sigue sin saber el mío, ¿la razón? una conversación casual, que desemboca en poder ver la credencial de la escuela en la que estudia, como si quisiera demostrar que dice la verdad, como si creyera que es necesario para que yo le crea. Y aunque no necesariamente lo es, es la razón de que conozca su nombre.
Ninguno de los dos con el suficiente valor, y cada uno tras una barrera que parece infranqueable al otro. Tan separados por cuestiones ajenas, pero sin las cuales no se hubieran conocido. Sólo hace falta que uno, sólo uno, quiera establecer una conversación hablada, pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Esas barreras puede que si sean algo infranqueables.
Pero por una sonrisa, sólo por poder arrancar de sus labios una sonrisa, cualquiera se podría atrever a más; o sólo con una conversación banal, pueda establecerse otra más profunda; y es que detrás de cada tontería pronunciada por otras personas, detrás de cada ocurrencia, viene el contacto visual mientras la sonrisa permanece, como si dijera "mírame, mientras dura este pretexto bajo el cual puedo mostrarme". Y luego, las miradas que se buscan, ojos que buscan al otro, en un pequeño lugar, mientras permanezcan cerca, y que lo siguen con la mirada, y que quisieran poder hablar por sí mismos, pero sin lograr que su mensaje sea entendido.
Pero por una sonrisa, ya es mi amigo,...