Diario de una vida

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Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

lunes, 20 de junio de 2011

¿De qué depende la felicidad?

Creo que la felicidad debería depender de la actitud de uno mismo hacia las situaciones de la vida. Cada cosa buena o mala que nos pase deberíamos verla como una oportunidad; sobre todo, si es algo malo, es una oportunidad para mejorar. Todas las cosas pasan por algo. Como en un correo que leí, donde decía que hacía cada persona que se salvó del ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre. Desde que se descompuso el coche, que tuvieron que llevar a sus hijos a la escuela, que se rompió un zapato. Pequeñas incomodidades que les hicieron llegar tarde y no estar cuando la tragedia sucedió y, por lo tanto, salvarse. 
Por eso, y muchas cosas más, creo que la felicidad está hasta detrás de la peor situación, y todo constituye una experiencia de vida, de esas que te hacen aprender de una sola vez lo que, de otra forma, nunca habrías aprendido. 
Y para mi, la felicidad debe estar en la vida y en las personas, no solo en una o en otra. Porque lo que pasa es importante, lo que sentimos es importante pero, sobre todo, lo que podemos aprender de otras personas es más importante, porque viven y sienten y piensan de forma similar pero diferente a nosotros, y entonces podemos aprender de ellas. 
Pero ahora, ¿qué pasaría si pusiéramos nuestra felicidad en manos de una sola persona? Creo que cualquiera con un poco de experiencia puede saberlo o intuirlo: se llama dependencia. Que tu felicidad dependa por completo de una persona es eso, depender de esa persona. Cualquier cosa por la que se enoje, te puede hacer enojar, si está triste, tú también lo estarás, y sólo eres feliz cuando esa persona es feliz. O peor aún, que digas solo ser feliz si esa persona está a tu lado y que, si no, nada tiene sentido. Y todo eso es algo que me parece una gran tontería. Es que, para mi, por mucho que ames (o digas amar) a una persona, la felicidad no tiene porque depender de esa persona. Sería mejor que, si se diera el caso, y esa persona es feliz, estés feliz por ella, pero también porque estás feliz. Y si estás súper feliz, y esa persona enojada, hay que conocer las razones de su enojo y dejar que las resuelva por sí misma como mejor le parezca, o esperar a que se le pase el enojo para hablar. Y si está triste, no por eso te vas a poner triste (aunque supongo que en una situación más extrema, que también te ponga triste, pues sí sería válido), lo mejor sería saber porque está triste, y ayudarlo a que no lo esté en la medida de lo posible, pero sin que te arrebate tu felicidad. Y que si no puedes estar con esa persona, por algo será, y no caer en la depresión o en la apatía, ni en ningún sentimiento negativo por culpa de eso. 
"La felicidad no sólo se consigue con esfuerzo, sino con una actitud mental positiva"
Y pues bueno, para terminar esa dependencia, hay que recordar que existen muchas razones para ser feliz (estas las copié de un libro llamado "Susurros para alcanzar la plenitud" y que me pareció buena idea incluirlos aquí):
1. Por estar vivo 
2. Por tus amores y tus afectos: lo que es, por todos tus seres queridos, por tus amigos, y todas aquellas personas que te aman y te estiman.
3. Por tus sueños, porque cada sueño es una meta a alcanzar.
4. Por todo lo bueno que tienes: salud, familia, amigos, poder sentir, amar, reír, llorar, divertirte, por tener planes, anhelos, un techo bajo el cual vivir. 
5. Porque tienes tu destino en las manos; un destino del que nadie más puede decidir.
6. Por todo lo que te emociona. Y en esta parte, cada persona tiene varias cosas que le emocionan, diferentes unas, iguales otras, pero igual de valiosas a nivel personal.
7. Porque es mejor vivir feliz que triste. Algo que todos saben, pero no saben o no entienden que pueden decidirlo. Personas negativas eligen (queriendo o no) estar tristes, y ver las cosas malas del mundo. Pero la gente feliz ve todo lo bueno, con gran sentido del humor; si se caen, se levantan más fuertes y decididos que antes.
8. Por ti (por uno mismo); la razón más importante para ser feliz, porque siempre te tienes a ti mismo. Y si hay personas que no se quieren lo suficiente, o siempre se sienten solas, pues deben recordar que estamos con nosotros mismos siempre; y al vivir, vivimos para nosotros, así que, al ser felices, somos felices para y por nosotros mismos.

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