Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

jueves, 28 de julio de 2011

Con esperanza, valor y fortaleza

28/julio/2008
Es normal cuando sentimos dolor querer dejar de sentir. Estamos tristes y sabemos la causa, pero no podemos hacer nada por solucionarla. Saber que la solución está ahí, en alguna parte, y que sea cuestión solo de encontrarla, pero estar demasiado fatigados como para buscarla. Sentir que la carga es demasiado pesada para nosotros, pensar que sería mejor no sentir, no ser tan sensibles, tan frágiles y tan vulnerables. Pensar que el único agarradero es un clavo ardiendo, que aguantamos por ahora pero, como perdemos la sensación de estar bien, sentir como casi se pierde la esperanza. Pero no es el fin.
Cada una de esas cosas que pasan son como pruebas en una carrera; quizá la meta está confusa, quizá no sea la que deseamos en un principio, pero hay que alcanzarla, seguir corriendo, superar los obstáculos. No hay duda de que en algún momento, o en varios, vamos a caer, y las caídas duelen, pero lo importante en esta carrera no es caer o no caer, sino levantarse de cualquier caída, nunca rendirse, se permite llorar pero no que el llanto nos impida continuar. 
Caes, te levantas; topas con un obstáculo, lo superas y sigues corriendo, y así cada vez, todas las veces que sea necesario. No se puede evitar caer, pero se puede elegir levantarse y continuar.
"La vida no es una carrera de velocidad, sino de resistencia".

lunes, 25 de julio de 2011

Amistad

Es en las adversidades cuando se conoce a los verdaderos amigos.
Hay veces en las que me pregunto qué es lo que hace que mis amigos sean mis amigos. Pues esa es una pregunta a la que aún no encuentro una respuesta satisfactoria. 
Pero sí sé algo: los verdaderos amigos siempre están ahí, en las buenas y en las malas, sobre todo en estas últimas, para apoyarte cuando más lo necesitas. Y es que a veces, sólo los buenos amigos te pueden ayudar a salir de una situación difícil. Lo sé por experiencia. Mis verdaderos amigos siempre han estado conmigo cuando los he necesitado, y sé que puedo contar con ellos para cualquier cosa.
Y ahora viene lo difícil: ser un buen amigo. Que yo recuerde, ellos siempre dicen lo adecuado en el momento oportuno, me abren los ojos a la realidad, le dan luz a mis días, saben como hacerme sentir mejor. Aunque yo no sé que tan buena amiga sea, lo intento ser.
Y ahora sé también que ser un buen amigo no se trata sólo de decir las cosas adecuadas, sino que a veces se tiene que limitar a escuchar, sobre todo cuando no hay nada que decir. Que a veces, sólo se necesita estar ahí, ser la mano que sostiene firmemente a una persona, el hombro sobre el cual pueda llorar. Mostrar un apoyo silencioso, aunque ninguno de los dos diga nada; el sólo hecho de estar ahí es suficiente. 
No sé que pudo hacer que tuviera los amigos que tengo, si fue la suerte, el destino, o algo más grande; pero lo que haya sido, me alegro mucho que pasara así. Porque lo que si sé es que tengo amigos geniales, y que yo también quiero ser tan buena amiga para ellos como ellos lo son para mi.

Para todos mis amigos, con mucho cariño. 

viernes, 22 de julio de 2011

Un libro para reflexionar

Hoy hablaré de una pequeña "casualidad" que pasó el martes, por la noche. 
En la entrada anterior hablo de estar confundida en cierta forma, algo que en verdad pasó, pero pasó pronto. En cuanto terminé de escribir me sentí mucho mejor. Pero, aún así, algo faltaba. Leyendo "La forja de un túnica negra", una de mis sagas favoritas, abrí un archivo comprimido, para engañar a mi lap y que me deje abrir más de tres programas a la vez (un inconveniente del Vista). Y bueno, tenía que ser uno que tuviera un archivo pdf. Y esa fue la "casualidad". Abrí un libro que no recordaba de donde descargué, que se llama "Renata". Fue la más pura curiosidad lo que me motivó a leerlo, ya que, como dije, no recordaba haberlo descargado. Y nada más empezarlo, me atrapó. Un libro que, para mi, habla de como ve la sociedad a las mujeres, o, mejor dicho, de como dice la sociedad que deberían verse las mujeres. Un estereotipo en el que muchas caen y al que otras, haciendo las cosas más raras y/o destructivas para si mismas, quieren llegar. Pero esto trae como consecuencia que, poco a poco, se vayan olvidando de ser ellas mismas solo para agradar a los demás, que también, hombres y mujeres, caen en esta trampa de la apariencia, buscando y aceptando solo aquello que sea perfecto a los ojos de la sociedad. ¿Qué importa, de cualquier manera, que una mujer sea superficial y vana, si es bonita, joven, con buen cuerpo? Parece que la apariencia es lo único que importa, sin importar lo que haya en el interior de una persona.
Pues bien, regresando al libro, una joven con sobrepeso cae en esta trampa de superficialidad, debido a que las personas en su trabajo no la aceptan (tristemente, cayeron antes que ella). Por un accidente, empieza una serie de sucesos que la ayudarán a cambiar de pensamiento, a que le deje de importar la belleza física, y a ver todo lo bueno y bonito que ella tiene. A dejar de preocuparse por mejorar su aspecto, y ocuparse por mejorar como persona. Es realmente, un libro que hace pensar. Y que se dio la "casualidad" de que lo encontrara de nuevo, y lo pudiera leer. 
Aquí les dejo el link de la reseña y descarga (lo busqué para poder ponerlo aquí):

domingo, 17 de julio de 2011

Pensamientos de una mente confundida

Los sentimientos son cambiantes y, si no hay nada para distraerlos, aplastantes. Así es como pienso que ocurre hoy. Hay muchas distracciones a mi alrededor, solo necesito salir un poco para verlas. Pero, si un día de repente quiero quedarme en casa, los sentimientos confusos y contradictorios se vuelven en mi contra. Leo y escucho música, pero inevitablemente me aburro, al igual que cuando veo alguna serie. Son cosas que me mantienen ocupada la mente, pero siempre quiere regresar a lo mismo: un estado de confusión que, en días como hoy, se vuelve insoportable. Y es que lo único que está seguro es la confusión; en cuanto a los demás sentimientos, no sabría decirlo con exactitud. Y uno de ellos es el que parece atacarme más a menudo, aunque puede ser otro disfrazado de él. 
Me considero alguien fuerte, que no se rinde fácilmente, pero suelo caer, como todos, quizá incluso más. 
Las experiencias que parecen repetirse ya me cansaron pero por algo deben ser. Un amigo puso esta frase "Hasta hoy comprendo que las experiencias repetidas tienen una única finalidad: enseñarme lo que no quiero aprender", que debe tener algo de verdad. Así que pienso que esta es una forma de aprender algo. No estoy segura de qué. Quizá a darle mi confianza solo a quien la merezca, de entregar mi cariño solo a quien esté dispuesto a recibirlo, de nunca cambiar para recibir la aceptación de otra persona, de ser más paciente y no actuar tan precipitadamente, movida por impulsos de los que podría arrepentirme después. Y pues, en cierta forma, estoy aprendiendo, intento ser diferente y mejor cada vez, pero sin dejar de ser yo misma. Y, quizá más importante aún, aceptar esto que siento. Confío en que sea solo una etapa pasajera, como casi lo ha sido. Y si no lo es, no importa, la confusión se irá de todas formas, pero dejará todo lo demás...un sentimiento que no debo negar.
Pero los momentos como este, tan sola con mis pensamientos, me hacen querer actuar con precipitación, decir lo que tanto he callado, de hacer lo que tanto he querido, pese a saber que debo esperar un poco más, que todavía no es el momento. 
Paciencia, persistencia, valor, fortaleza.... necesito todo eso y más para no precipitarme, y actuar solo cuando vea llegado el momento. 

miércoles, 6 de julio de 2011

Primer año

Justo hoy se cumple un año desde que publiqué la primera entrada en este blog, una que fue solo para escribir pequeños pensamientos condensados en un sólo lugar. Después de todas las cosas que pasaron el año pasado, necesitaba escribir cosas positivas, para animarme, y funcionó. Ahora cada que lo necesito leo un poco de todo lo que he escrito, tantos recuerdos, anécdotas, porque sí, en las reflexiones también hay recuerdos, me muestran como me sentía en determinado momento, o lo que quería expresar.
En este año han pasado tantas cosas buenas y no tan buenas, cambios inesperados, cosas sorprendentes; mi primer año en el tecno, conocer a todos mis nuevos amigos, y tener la suerte de tenerlos como amigos.
Así que seguí escribiendo, para darme ánimos, para expresarme, y compartir lo que me pasa, o lo que pienso, con todas las personas que lleguen a leer este blog. Sé que los lectores son muy pocos comparados con otros blogs, y los seguidores ni se diga, pero bueno, es el primer año. Y sé que he llegado a las personas adecuadas, que al menos a un pequeño grupo lo hice pensar, que ya es un pequeño grupo de amigos (que se cuentan con los dedos de las manos) el que sé que ayudé a entender un poco mejor las cosas, o a pensar algunas cosas, a reflexionar un poco o, al menos, a distraerse y/o divertirse con lo que escribo. 
Y entonces, aunque sean pocos lectores, seguiré escribiendo, sólo porque me gusta hacerlo; no sé cuantas personas puedan llegar a leer lo que escribo, pero si al menos a una le ayuda o le sirve de algo leer lo que escribo, me parece perfecto. 
Así que, este es el primer año de todos los que pueden seguir después.

domingo, 3 de julio de 2011

Alquimia

El principio de intercambio equivalente en la alquimia dice que: para ganar algo necesitas algo del mismo valor.
Un principio aplicable a la vida diaria:
Si tienes un sueño que quieres cumplir, se tiene que poner esfuerzo y dedicación, nunca abandonar el empeño. Entonces, el precio a pagar es todo ese esfuerzo y dedicación.
Los alquimistas buscaban convertir el plomo o cualquier metal en oro, y el elixir de la vida eterna. No sé mucho sobre el tema, pero me parece que no existe constancia de que alguno lo haya conseguido. Como sea, dedicaron sus vidas a seguir su sueño, y todos sus experimentos y descubrimientos fueron la base para la química moderna, así que no fueron en vano sus esfuerzos.
Quizá no podamos convertir el plomo en oro o vivir para siempre, pero podemos convertir los sueños en realidad, y vivir cada día como si fuera el último, disfrutándola cada día, y ese es un poder que reside en todos nosotros. Un gran poder, que creo que todos deberíamos aprovechar al máximo.

viernes, 1 de julio de 2011

Un poco de lo que se necesita para lograr los objetivos

Persistencia, valor, fuerza, esperanza...
Un poco de todo lo que necesito para triunfar.
Primero, debo tener un objetivo. Debo trabajar para lograrlo. Y sé que, cualquiera que sea, voy a lograrlo.

A veces el truco consiste en no preocuparse demasiado, hacer las cosas con calma al pensar que estás haciendo tu mejor esfuerzo (si es que lo estás haciendo) y, al mismo tiempo, poner todas tus ganas para lograrlo, todo tu esfuerzo y trabajo.
Después, al transcurrir el tiempo, y ver todos tus objetivos realizados, verás que todo tu esfuerzo valió la pena, que las horas de cansancio, que los duros golpes de la vida, que las distintas heridas (ya cerradas u olvidadas) sirvieron para aprender más y hacer del logro de mi objetivo algo más sencillo y sensato.
Y después, al ver hacia atrás, se puede observar que el esfuerzo valió la pena.
Pero, por ahora, debo mirar hacia adelante, y hacer mi mejor esfuerzo para ver todos mis objetivos realizados.