Diario de una vida

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Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

martes, 29 de noviembre de 2011

Secreta confesión

Esto es algo que escribí en algún momento durante vacaciones, pensando en alguien, y que le quiero dedicar a mis amigas, que son chavas tan lindas que solo necesitan dejar de ver al chico que les gusta, y verse a sí mismas, para darse cuenta de lo lindas y valiosas que son, y que, siendo así, encontrarán a alguien que las aprecie, y que las quiera, las cuide y las respete.
Para todas las mujeres, con cariño.

¿Te digo algo curioso? Acabas de sacar otro ligue por accidente. Lo sé, suena raro, más que sea yo la que lo diga. Quizá sería preferible que nunca te lo dijera de frente, porque no sé como reaccionarías. Y yo quiero que sigamos siendo amigos; aunque es precisamente eso lo que, al mismo tiempo, no quiero, pues me gustaría que fuéramos algo más.
Ya lo sé, parece imposible. Y más porque me parece que eres de los que se deja influir por las apariencias, que quiere a alguien que sea normal, y una niña bonita y quizá hasta hueca. ¿Y yo? Yo que soy de todo menos normal, superficial y hueca. Muchas veces me han dicho que soy rara, y no lo tomo como un insulto, sino como un halago: soy diferente a las demás y lo reconocen. Y no, no es vanidad. Es solo la pura y simple verdad. Y no, mi apariencia no es la de una súper modelo, estrella de cine o televisión, o cantante famosa; mi apariencia es mía, y me gusta, aunque quizá no cumpla con tus estándares. Y si, lo admito: hay chavas más guapas, más inteligentes, más "llamativas", pero ninguna que sea más de lo que soy todo a la vez. Por cualidades individuales, siempre hay una persona superior a mi, pero, en conjunto, soy única, inigualable e inimitable. ¿No te gusto así? Es una lástima, tú te lo pierdes. Eres entonces de los que no sabe apreciar la verdadera belleza: la interior. Un tonto como la mayoría, deslumbrado por lo que sus ojos ven sin hacer caso a lo que su corazón dice. Tú te lo pierdes, y yo me ahorro de estar con alguien como tú, porque alguien así realmente no vale la pena.
¿Cruel? ¿Egoísta? ¿ Ególatra? ¿Insensible? ¿Vanidosa? Puedes decir y pensar lo que quieras respecto a lo que dije, pero nada quitará la verdad a mis palabras.
Analízate a ti mismo, si es que te atreves, para ver ese lado tuyo que acabas de demostrar sin querer y que, aparentemente, escondes de todos, hasta de ti mismo.
Pero me gustas. La decepción que me llevo cada día respecto a ti no parece ser suficiente para olvidarte, pero al menos lo será para ignorarte. Porque ambos lo sabemos: me merezco a alguien mejor...

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