Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

domingo, 29 de julio de 2012

Un cambio de pensamiento...

Fuiste un lindo sueño, del cual no quería despertar; fuiste el motivo de mi inspiración, la voz que me animaba a seguir adelante incluso cuando el camino se hacía muy difícil; fuiste el motivo de muchas alegrías, y también de algunas preocupaciones, e incluso, en dos ocasiones, motivo de mi tristeza. Todo lo bueno y todo lo malo, lo feliz y lo triste, no lo cambiaría. No hubiera estado triste sin haber estado feliz, y estar feliz después de haber estado triste. Eras el protagonista de mis sueños más lindos, y de los más locos.
Ahora, a pesar de haber escrito que no me rendiría todavía, creo que no hace falta. La lucha ya ha terminado, no hay más opción que continuar el camino hacia delante, con la vista en alto, cerrando este capítulo tan genial de mi vida, y lista para escribir uno nuevo.
En este tiempo, te he extrañado cada vez que no estabas aquí, he pensado en ti muchas veces, he soñado contigo, incluso. Ahora, cuando una vez más nos separamos, y no puedo verte, no te busco, no te dedico tantos pensamientos como antes. No puedo decir que ya te he olvidado, porque no es así; ni siquiera estoy segura de decir que has dejado de gustarme, incluso si digo que ya no eres el motivo de mi inspiración, probablemente sería una mentira, ya que estoy escribiendo esto pensando en ti, y he buscado ser mejor pensando, egoístamente, que haría que me notaras. Solo es esto: ya no te busco, ni te pienso tanto, ni sonrío cada vez que me hablas como solía hacerlo. Ahora, podría dejar de verte por muchos días, dejar de saber de ti, y cuando por fin pudiera hablar contigo, no saber cuantos días pasé sin poder hacerlo. 
Quisiera que todo esto fuera un indicio de que ya te estoy olvidando, de que ya no te veo de la misma forma, y de que por fin te veo solo como a un amigo sin ningún otro interés de por medio. De verdad quisiera eso, porque tu amistad me resulta demasiado valiosa como para perderla por algún error mío.
Y quisiera saber si todo esto es verdadero...

domingo, 8 de julio de 2012

No quiero rendirme todavía (LoveCom)

¿Será que nunca aprendo? 
Aún no quiero rendirme. Pienso que quizá si sigo esforzándome lograré mi objetivo. Pese a todo, parece ser imposible...Yo sé que mis sentimientos no son correspondidos, pero no quiero (o no puedo) rendirme aún. Será que con tantas y tantas historias con finales felices al final resultaron influenciar mi pensamiento; pero no todas las historias tienen finales felices, o al menos no el final que esperas...Así que ¿por qué será que aún no quiero rendirme con él?
No quiero que nada cambie entre nosotros, pero tampoco quiero seguir exactamente así.
Y cada vez que surge el tema, la situación se complica más de lo debido, y no quiero que eso pase. No se puede cambiar la situación repentinamente, de un momento a otro, de un día para otro. No se pueden forzar las cosas para que pasen, solo dejar que todo siga su curso.
La conclusión a la que llegué después de una de esas lindas historias, que parecen reales, por todos los problemas que tiene, las circunstancias, los sentimientos, las acciones sin sentido, y los planes que salen mal, que terminan bien, pero ese no es el fin, y siempre hay algún obstáculo que deben superar; una historia así me recordó mucho las situaciones por las que he pasado, y me dejaron preguntándome ¿lo que hice fue suficiente? ¿No debería haberme esforzado más? ¿Me rendí muy rápido?
Porque no quiero un final de cuento de hadas, quiero el inicio de mi propia historia de amor perfectamente imperfecto.
Así que me esforzaré más, hasta que pueda verme como yo lo veo, hasta que nuestra historia juntos comience. Y si, por azares del destino, esa historia no puede ser, no importará, porque sabré que no fue por algo que no haya hecho.
No quiero arrepentirme por algo que no hice, o algo que dejé de hacer...y si me equivoco en lo que hago, será una enseñanza más, y no quedará el "que pudo haber pasado si..." que siempre queda cuando no se es capaz de realizar una acción, y que no deja ninguna enseñanza.