Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

sábado, 1 de septiembre de 2012

Una hora pasa, y una más, y otra...El tiempo sigue corriendo, no se detiene, no perdona. Avanza inexorablemente hacia adelante, sin mirar nunca atrás. Relativo o absoluto, nunca deja de avanzar. Y yo sigo esperando. Quiero que el tiempo se detenga, quiero que avance más rápido, quiero que vaya más lento, quiero que dure para siempre, quiero regresarlo...
Una hora pasa, luego otra más, y no ha cambiado la resolución. Sigue sin haber palabras, y es que no hay palabras que expresen todo lo que quiero decir. No hay reacción, no hay cambio, no hay una sola palabra para mi, aún después de tanto esperar. 
Una hora, pronto serán dos; un día, una semana, un mes...pueden pasar años sin ninguna palabra que transmita todo; no hay nada, ni un cambio. Todo sigue tan sombrío y silencioso como siempre. La noche en silencio se congela, aunque el tiempo sigue transcurriendo, y yo sigo esperando, solo una cosa hoy. Una sola palabra, sería suficiente por hoy, una palabra...que nunca llegó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario