Diario de una vida

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Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

domingo, 17 de febrero de 2013

Pensamientos confusos; un lindo amigo

Por muchas cosas que han pasado la semana anterior, desde el domingo pasado, me sentía un poco mal emocionalmente, confundida.
Es que encontrar a un chico que parece cumplir con todos los exigentes requisitos que pongo, fue algo extraño. Es alguien que tiene casi los mismos gustos que yo en música, en anime, en libros (y eso de que le guste leer es lo más raro y genial de todo, porque no conozco a mucha gente que le guste leer); y que además resultara ser amable, atento, caballeroso, y lindo/romántico y casi de la misma estatura que yo fue algo todavía mejor. Y aún así, no parecía suficiente. 
Llegué a pensar que había algo malo en mi, por no poder simplemente dejar entrar a ese chavo en mi vida; cuando él me dijo claramente que sus intenciones eran más del tipo romántico, y que le gustaría que le diera una oportunidad en algún momento más adelante, como que me bloqueé. Ni siquiera podía pensar en considerarlo, no lo considero como una posibilidad seria. Y por eso es que pensé que había algo mal en mi: encontrar a un chico así es bastante extraño, que quiera que seamos novios en un futuro es más extraño aún, pero que yo no lo quiera considerar para novio es lo desconcertante. Parece casi como miedo al compromiso, y también llegué a pensar que era eso, que solo quería salir con él unas cuantas veces, y ya. Y después seguir cada uno por su camino, hasta que llegara algún otro chico que quisiera salir conmigo, y repetir el proceso de salir unas cuantas veces, y así. De hecho,así ha sido todo el tiempo, desde que puedo recordar. Y entre más pensaba en eso, más miedo al compromiso me parecía. 
Mis amigas no eran de mucha ayuda, diciendo que él estaba bien, y debería darle una oportunidad, o si no, mandarlo muy lejos (no era precisamente esa la frase pero me abstengo de decir groserías, pero esa es la idea). Que era mejor que los chavos que comúnmente me gustan, que si es tan parecido a mi, es mucho mejor, y que encontré a mi alma gemela, que nos vamos a llevar muy bien, que solo necesito conocerlo más, y cosas así. Claro es fácil decirlo para ellas, que ya tienen novio, o que decidieron no tenerlo por un tiempo. 
Hace un año, conocí a otro chico, y todo fue muy rápido, pero entre más lo conocía, más defectos le encontraba, y eran defectos desagradables para mi (porque hay defectos que me parecen más como tiernos), y más me convencían de que no quería estar con él. Pero esa vez, me gustaba alguien más. Y me sentía mal por lo mismo, como si de alguna manera, estuviera engañando a ese chico con el que salía, estando con él y pensando en alguien más. Así que dejé de verlo. 
Esta vez, ese no era el problema, o eso creía. Según como yo lo creía desde hace unos meses, ya no me gusta nadie, por lo que no tenía la misma razón para sentirme mal. Fue algo bastante confuso, porque entre más pensaba que no quería estar con él, me imaginaba diciéndole y que lo dejaba de ver, y sentía como si estuviera perdiendo una oportunidad que no se volvería a repetir de la misma manera. Pero luego me imaginaba dándole una oportunidad, y se sentía de forma más repulsiva, como si la sola idea de estar tan cerca de él de esa manera fuera incorrecta. Pero no sabía bien porque. Es simplemente que no me gusta estar demasiado cerca, lo considero asfixiante. Y también eso me hacía sentir mal, como si de alguna manera estuviera siendo superficial, siendo que, hasta donde sé, no soy superficial. Hay algo que siento que está mal con ese chico, y no puedo definir que es. Como si algo faltara. 
Y así, toda confundida y mis pensamientos revueltos, llegué a ver a un amigo, a quien ya le había contado un poco de como estaba la situación. Y él fue simplemente tan lindo y comprensivo, que me hizo sentir un poco mejor. Claro, no totalmente, lo demás lo debo resolver sola. Pero me escuchó, aún con todas las cosas tan confusas y algo contradictorias que dije, me aconsejó para ayudarme a tomar una decisión, diciendo que cualquier decisión que yo tomara sería la correcta, si la tomo por mí misma, sin que me preocupe por lo que piensen los demás. Incluso me contó pequeñas historias parecidas a la mía, para ejemplificar todo lo que decía. Me dio ánimos. Y cuando por fin el tema se agotó, y dije todo lo que tenía que decir, quiso hacerme reír. Es genial tener un amigo así, lindo y comprensivo, que me escucha, con quien puedo hablar de cosas así, que ni yo entiendo, que con un simple abrazo me hace sentir mejor. 
Y en cuanto al otro chavo, decidí que si no me gusta, pues no me gusta, y por mucho que parezca perfecto para mi, no lo es realmente si no me gusta. Y todo eso de no querer pasar tiempo con él, de no querer estar tan cerca de esa forma y demás ya no me parece miedo al compromiso, sino una forma bastante clara de decir eso, que no me gusta. Y si él pudo de alguna manera fijarse en mi, y atreverse a hablarme y demás, estoy segura de que alguien más lo hará, no es el único; aunque tenga gustos raros, debe haber alguien más que tenga gustos raros, y que además, me guste también. 
Y me di cuenta también que el "pretexto" de hace un año sigue siendo válido esta vez. Todavía hay alguien que me gusta. Pero como ese alguien resulta ser además mi amigo, complica un poco la situación, pero no es tan malo. Porque es un lindo y genial amigo.

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