Diario de una vida

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Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

sábado, 12 de octubre de 2013

Días de enfermedad

Ha pasado tiempo ya, desde las vacaciones. Fueron aburridas, con sus momentos divertidos, y leí mucho como quería, vi muchos animes, hice ejercicio, cosas así. Casi parecían una rutina. Pero de repente, algo cambió. No sé la causa, pero me enfermé. Fue como estar adolorida después de hacer ejercicio, pero más fuerte, y más inexplicable. Y caminar dolía, sentarme dolía, ponerme de pie, todo. Y no salía nada en los análisis de sangre. Un dr. dijo que era sólo estrés, y casi pensé que era eso, porque mis tías no le hablaban a mi mamá, por alguna discusión pasada que no solucionaron. Y extendieron ese rencor a todos nosotros, a mi hermano, mi papá y a mí. Ya no podíamos ir a casa de mis abuelos, así que me pasé todas las vacaciones en mi casa. Mis papás también pensaron que podría ser eso, el hecho de que no salía o algo así, por lo que eran los músculos los que se me estaban atrofiando. Yo decía que entrando al tec, retomando mi rutina normal, volvería a la normalidad. Los primeros días de clase demostraron la invalidez de esa hipótesis. Fue difícil llegar caminando del tec a casa de mis abuelos, y mis pies se hincharon, se veían enormes. Entonces mis tías se preocuparon por mi. Mis papás me llevaron con un quiropráctico, que recomendó un médico internista y cardiólogo. Fuimos el jueves 29, falté a clases para ir, y casi me quedo sin equipo en sistemas programables. Mandó nuevos análisis, y con la sorpresa de que me hizo un electrocardiograma y tenía arritmia, nada grave, sólo por ser algo nerviosa. Y en los análisis salió alto el factor reumatoide, realmente alto. Y señales de que tenía una infección en las vías urinarias (sin dolor ni ninguno de los síntomas que comúnmente presenta esa infección) y tomé medicina para la infección. Y me pasé toda una semana sin ir a clases porque también ordenó reposo absoluto. No hacía falta que lo ordenara, realmente, ya que no me podía mover sin que me doliera todo el cuerpo, así que no podría ir al tec, y subir y bajar escaleras, cambiar de salones, estar mucho tiempo sentada, porque todo eso dolería más. También me sentía muy débil, cansada, dormí mucho, y también leí mucho esos días, sin usar mi lap para nada.
Mi abuelo iba a visitarme a mi casa, a veces con Cris, mi primito bebé de 12 años. Mis tías también vinieron, al menos una vez cada una.
El quiropráctico me recetó jugo de papa para la artritis (sabe horrible), y hacer dieta muy estricta. Así que mis tías también ayudaban con eso, mandando papas, frutas, pollo, verdura, pescado (y eso que mencioné es todo lo que actualmente puedo comer, además de jugos naturales, leche de soya y agua).
Dos veces vino la pastora del templo a donde van Yari, y mi tía Male, a orar por mi, y por mi mamá porque estaba muy nerviosa y preocupada. También fuimos a un templo de sanación, que fue una experiencia un poco rara, la verdad, y no me gustó mucho, aunque tengo que admitir que me quedé un poco más tranquila después de eso, y me dolió estar sentada tanto tiempo. Como ahí dijeron que tenía tres espíritus (o algo así) que me estaban haciendo daño, y que tenía que ir a "darles luz" 9 lunes, el lunes de la semana pasada fuimos, y no hubo nada de ceremonia de dar luz, pero si cantos, y nos quedamos, como una hora o más. En ese tiempo, me entumí, me dolió estar sentada, me mareé, me dolió la cabeza, y casi vomito, así que nos tuvimos que ir. Y el día anterior, domingo, fuimos a misa, y pasó casi lo mismo, pero porque me cansé de estar de pie. Todo eso me (nos) parecía preocupante, ya que el martes, al día siguiente, ya iría por fin a clases.
Y fui a clases, sólo le enseñé mi justificante a una profa, que me preguntó si ya estaba bien, y así, y que me justificaba la actividad que habían hecho. De las otras clases, creo que no me perdí de mucho.
El miércoles de la semana pasada vinieron mis tías (a excepción de tía Mari), y mis primitos, con una prima de ellas, que se llama Rosy, y otra señora de su templo, también a orar por mi. Fue la oración más bonita que me haya tocado recibir, y todas nos pusimos a llorar.

Al principio, el dr. decía que podría ser una artritis reactiva, o sea, que me dio una infección y a mi cuerpo se le ocurrió reaccionar con una artritis, pero que eso era bueno, ya que, en cuanto se fuera la infección, también lo haría la artritis. Se fue la infección.... y ahí quedó la artritis. Estoy tomando prednisona, que es para desinflamar las articulaciones y que ya no duelan, pero sólo la dosis mínima, y también aspirinas, para el dolor y proteger mi estómago. Lo haré sólo por dos semanas, y después estaré tomando solo aspirinas. Esto para poder hacer análisis nuevos, y ver que tan bien voy avanzando, o si no. El dr. también nos dijo que hay casos en el que el cuerpo desactiva la enfermedad, así que esa es la nueva esperanza. Y el experimento de quitarme la prednisona es para comprobar si puedo estar sin anti-inflamatorios.
Y si, tengo esperanza en eso. A veces me resulta difícil, sobre todo al recordar el dolor y las dificultades que pasé esos días. Pero todo pasa por algo. Ahora mi familia parece más unida, ojalá que lo esté realmente. Llevo una dieta y hábitos un poco más sanos, como dormir antes de las 11:00 p.m. Así que si tengo esperanza, pues tengo una familia muy linda que me quiere y me apoya, pase lo que pase, que me ayudan a llevar este nuevo estilo de vida más fácilmente (realmente odio la dieta, pero es necesaria), que me recuerdan que hay cosas más importantes en la vida, como la familia, la salud, y cosas así (aunque no me lo recuerden necesariamente con palabras), y que hay que tener esperanza siempre, que Dios nos ayudará, y hay que tener fe.