Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

lunes, 29 de diciembre de 2014

Dosis de positividad

Un hombre estaba pasando por problemas financieros; incluso las cosas en su familia, con su esposa, no iban del todo bien. Tan desesperado estaba, que llegó a pensar en el suicidio como una opción. Pero antes de tomar tan drástica decisión, fue a hablar con el pastor de su iglesia, a quien le explicó toda la situación, y su escaso deseo de seguir viviendo. Él no intentó detenerlo de una forma convencional, solo le dio una hoja de papel y un lápiz, y le pidió que escribiera todas las cosas buenas que había en su vida. Al principio, el hombre no pudo pensar en nada, por lo que el pastor le preguntó: estás vivo, ¿no es así? "Sí, lo estoy" "Entonces anótelo". ¿Tienes salud? ¿tienes hijos? Con preguntas así, le hizo ver todas las cosas que aún tenía, que eran muchas más que aquellas que le faltaban. Vida, salud, familia, amigos, sueños que aún deben cumplirse, posibilidad de cumplir esos sueños, esperanza de un futuro mejor... 
La historia, un poco más completa y mejor explicada, regresó a mí un día en que necesitaba algo de positividad. Un día en el que simplemente me sentía cansada de todo, sobrepasada de alguna forma por las circunstancias, porque a pesar de lo que hacía, no veía ningún progreso. Y aunque la parte de ¿tienes salud? la contestaría con un no, podría ser peor; quiero decir, por ahora estoy bien. Incluso si hay días en los que me siento decaída, o en los que me duelen las manos, o cualquier otra molestia, no es como si estuviera realmente mal. Y sobre todo, tengo el apoyo de mi familia, y de los pocos amigos que saben sobre mi enfermedad. Y de esos, el apoyo de mi familia es más grande, más importante, más fuerte e incondicional, sé que siempre va a estar ahí. Gracias a ellos es posible superarlo todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario