Diario de una vida

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Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

martes, 10 de marzo de 2015

Historia del sueño de 27 de julio de 2013 (parte 2)

Ariane llegó a preguntar si podía inscribirse a una carrera. El administrador la vio; "demasiado alta" parecía decir su mirada, pero ella sostuvo su mirada y soportó el escrutinio.
-Está bien, escoge un equipo y póntelo, estamos por empezar.
Eran solamente carreras para principiantes, pero quería saber como era competir.
La carrera comenzó y Ariane lo estaba haciendo bien; llevaba una ligera ventaja sobre sus competidores. Sentía el motor, oía el ruido, el viento, sentía la velocidad... por eso es que a tanta gente le gustaban las carreras.
Para su sorpresa y la de todos, ella llegó en primer lugar. Le pusieron una medalla en el cuello, y le dieron un carro de juguete, rojo, como el que conducía. Después le tomaron fotos con una edecán, que era más baja de estatura, más delgada, mejor vestida, hasta más bonita y de mejor cuerpo. Todo eso la hubiera intimidado en cualquier otra ocasión, pero no en ese momento, Sonrió en todas las fotos.

Ariane caminaba aún con la medalla al cuello y el carro de juguete en una mano, dentro de una caja, pensando en la emocionante carrera y en cómo hubiera sido si Joshua hubiese podido verla. Estaba tan distraída que no vio a un chico que caminaba hacia ella, viendo a todos lados menos al frente, y chocaron. El carro cayó de la mano de Ariane y ella se agachó para recogerlo, pero el chico lo tomó primero y se lo dio.
-Toma. Lo siento, no me fijé por donde iba,
-No te preocupes, no puse atención tampoco, lo siento.
Ariane levantó la mirada y vio a Joshua. Como pasaba cada vez que lo veía, se sonrojó y se quedó sin saber qué decir.
-¿Qué es eso?-le preguntó Joshua señalando la caja en la mano de Ariane.
-Oh, esto. Supongo que debe ser alguna especie de recuerdo de la carrera-lo sacó de su caja y él vio el pequeño pero detallado carro rojo. 
-Está muy... wow! se ve muy real-entonces él vio la medalla colgando del cuello de Ariane-¿Tú compites en las carreras?
-Ah, no exactamente. Fue la primera vez, en la carrera para principiantes.
-Ya veo, entonces ya terminaron... yo apenas llegué para verla.
Ariane se quedó sin decir nada, sorprendida, solo pensando en lo cerca que estuvo él de verla competir.... Entonces Joshua interrumpió sus pensamientos.
-¿No te he visto antes?
-Supongo... no lo sé.
-¿Qué clase de respuesta es esa?-le preguntó al mismo tiempo que sonreía.
-Bueno, es que he ido a ver alguno de los partidos, pero no creo que me hayas visto-dijo bajando un poco la mirada y sonrojándose levemente, pero él no lo notó.
-Pues creo que sí. Sólo vas y los ves atentamente, pero no parece que te emocione demasiado.
-Bueno, es que, acompaño a una amiga a verlos. Yo no acostumbro ver fútbol.
"Así que es por eso" pensó Joshua.
-Pero me gusta más ver las carreras-dijo repentinamente Ariane.
-Pues... pronto competiré en una. ¿Te gustaría ir?
"¿Podría ser eso verdad? ¿Joshua me está invitando a verlo competir?
-Sí, me gustaría-le sonrió por primera vez, y Joshua pudo ver que su sonrisa era muy linda. No tanto por sus labios, por su forma, carnosos y con un toque de brillo, ni por sus dientes, algo pequeños pero derechos, y no tan deslumbrantes como otros, pero había algo en esa sonrisa que la hacía linda.
"Es una sonrisa sincera" pensó él en su aturdimiento.
-Muy bien, supongo que te veré allá entonces.
-Si.
-Por cierto, soy Joshua-le tendió su mano. Ella vaciló un instante antes de estrecharla con confianza.
-Ariane.
-Un gusto conocerte, Ariane. Nos vemos.
-Sí, nos vemos.
Parecía un sueño, que él se hubiera acercado a hablarle, o bueno, que se hubieran encontrado así y que le hubiera hablado. Y su mano era tan masculina, tan fuerte, y él se veía lleno de confianza, tanto, que pensó que le gustaría ser como él, dejar su timidez atrás y empezar a confiar más en sí misma, dejar de compararse con los demás, y sonreír un poco más, de la manera tan natural como él lo hacía.

Historia del sueño de 27 de julio de 2013 (parte 1)

Se suponía que vería a Susana en el parque, pero ella, como tantas otras veces, llegaba tarde. Ariane se empezaba a impacientar; definitivamente no le gustaba estar sola en un lugar tan público, porque le parecía que todos volteaban a verla. Fuera eso real o su imaginación, seguía sin gustarle.
De repente, vio algo que le llamó la atención: una carrera de automóviles. Tímida como era, dudaba si debía o no acercarse, pero vio a una compañera de la escuela y decidió hablarle. Su compañera se llamaba Nadia e iba con su novio, Arturo.
-¡Hola!-los saludó Ariane.
-Hola- respondieron los dos.
Siéntate con nosotros-le dijo Nadia.
-Gracias
-¿Qué estás haciendo por aquí?
-Se suponía que iba a ver a una amiga, pero no ha llegado, y quise ver que hay aquí.
-Oh, ya. ¿Te gustan las carreras?
-Pues nunca había visto una, aunque si he jugado videojuegos de carreras-le sonrió inocentemente a Nadia. Era conocido por todos que a Ariane le gustaban los videojuegos.
La carrera había terminado, y los conductores se bajaron de sus autos. El ganador de la carrera era un chico de tez blanca, cabello castaño claro, ojos color miel, muy alto y de complexión de deportista. Recibió la medalla y sonrió, una sonrisa de lo más hermosa, que fue recibida con gritos de las mujeres en la multitud.
-¿Quién es él?-le preguntó Ariane a Nadia.
-El ocho veces campeón, Joshua. ¿Es guapo, no crees?-esto último lo dijo en voz un poco más baja, y sonriendo con coquetería, sin que la viera su novio.
-Si.....
-Uno de los solteros más codiciados. Además, su familia tiene mucho dinero, y hace tiempo que no sale con nadie.
-¿En serio?
-Ajá, al parecer es muy exigente para conseguir novia.
-Ya veo...
Llegó Susana, y Ariane se despidió de Nadia y Arturo; no le dijo nada a Susana sobre Joshua, sólo le recordó que la hizo esperar mucho otra vez.

Los días pasaron sin novedad, hasta que fue con Susana a ver un partido de fútbol. A Ariane realmente no le gustaba mucho ver los partidos, pero parecía una forma mejor de pasar el tiempo que simplemente quedarse en su casa.
Cuando salieron los jugadores del equipo local, Ariane vio a Joshua; se veía simplemente genial con su uniforme y, ya que sabía que estaba ahí, puso atención al resto de los espectadores, y vio a muchas chicas viendo el partido, más de lo que sería normal. Él anotó un gol y todas gritaron emocionadas; volteó hacia donde estaba la multitud, y dirigió su mirada hacia donde estaba Ariane, que era la única que no gritaba emocionada como las demás; sus miradas se cruzaron por un momento, y ella se sonrojó levemente, demasiado cohibida para sonreírle, y Joshua apartó la mirada, y le dirigió una deslumbrante sonrisa a sus admiradoras.
En ese momento, Ariane pensó que nunca se fijaría en ella, teniendo muchas más de donde escoger. Un pensamiento triste, pero verdadero en ese momento.

Después de ese día, fue a ver otros partidos sólo para ver a Joshua jugar. En uno de ellos, él volteó a verla de nuevo, sin reacción de parte de ninguno de los dos. En uno posterior, él la vio y frunció el ceño "¿Ella me está vigilando?" pensó él. Pero lo único que hizo ella fue sonrojarse otra vez. "Tal vez le guste, pero, si es así, ¿por qué no sonríe ni dice nada? ¿De verdad puede alguien de su edad ser así de tímida?" Siguió jugando sin darle mucha importancia, después de todo, esa chica tan tímida no parecía su tipo.